La Laguna de Antela

La laguna de Antela, que Madoz (1847) definió como "pestilente charco", se encontraba principalmente aguas arriba de la carretera N-525, ocupando una gran parte de aquella extensa llanura en la intersección de los términos municipales de Sandiás, Xunqueira de Ambía, Vilar de Barrio, Sarreaus y Xinzo de Limia.

Los lindes de la laguna eran poco precisos y cambiantes (Risco, 1928; Otero Pedrayo, 1979) según la pluviometría anual. En cuanto a la superficie lagunar propiamente dicha, Madoz (1847) señala que "si bien en otro tiempo pudo ser mayor, su extensión según la carta geográfica de Galicia por el Sr. Fontán tiene 1 legua de norte a sur y 1 1/4 de este a oeste, con ocho pies de profundidad en lo más hondo". Un análisis actual del mapa de Fontán indica que la superficie representada como laguna es de 2630 ha y que, tanto por su extensión como por su morfología, refleja una situación de inundación intermedia. Por su parte Risco (1928) señala "6 km de longitud de nordeste a sudoeste y 4 km de anchura, con 3 m de profundidad en la época de las lluvias y 1 como máximo en el estío"; Conde Valbís (1938) indica exactamente 302727653 m2, mientras que Dantín (1942) da la cifra de 5800 ha y Fernández (1967) indica "la desecación de 4000 ha inundadas por la laguna" aunque después maneja la cifra exacta de 3243,7 ha como suelo "rescatado para el cultivo"; Taboada Chivite (1969) afirma que "la superficie estéril era de unas 8000 ha con profundidad que variaba de 0,25 a 2 m y menor la zona limosa"; finalmente, Rivas (1985) considera que la superficie de la laguna era de 4000 ha, con una profundidad máxima de 3 m, y de unas 12000 ha la zona intermedia; por su parte, Villarino et al. (2002) señalan que la superficie delimitada como laguna en la primera edición (1942-43) de las hojas cartográficas nº 226 y 264 del Mapa Nacional E 1:50000 del Instituto Geográfico y Catastral totaliza 3795 ha, a las que habría que añadir los terrenos de los alrededores que se inundaban temporalmente.

Leyenda_FontanFontan_Antela

Leyenda de la "Carta Geométrica de Galicia" y mapa de la laguna de Antela según Fontán (1845). Fotografías obtenidas del mapa original por cortesía de la Misión Biológica de Galicia (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

Los aportes hídricos de la Laguna de Antela procedían de las lluvias y de unos pocos arroyos de corto recorrido y escaso caudal, procedentes de las montañas circundantes y que desaparecían gradualmente en la estación seca; también, según Madoz (1847), "de las aguas que nacen en su fondo" y según Dantín (1942) "de las resurgencias de fondo, testimonio de sus fallas". El desagüe de la laguna se hacía por un emisario de unos 7 km de longitud conocido como río de Antela y tributario del río Limia, que es el más importante de la comarca, hasta el punto de darle nombre.

 

laguna rellena

 

Teniendo en cuenta las características de la depresión limiana (semiendorreica), las del marco montañoso de Antela (granítico) y las de la propia laguna (profundidad de 1 a 3 m), junto con los análisis que realizaron, Villarino et al. (2002) deducen que "la Laguna de Antela era una masa de agua dulce, poco estratificada, de pH ligeramente ácido y con escasa concentración de sales minerales disueltas. Estas suposiciones están avaladas también por indicadores biológicos, como la presencia sólo ocasional de Phoenicopterus ruber y Recurvirostra avosetta, aves características de aguas salobres (Cramp y Simmons, 1977, 1983), y la abundancia de Lepidurus apus, crustáceo branquiópodo propio de áreas con niveles medios de sulfatos y bajos de cloruros (Margalef 1982, 1983)."

En Antela existía una gran variedad de hábitats acuáticos (González y Villarino, 2001, 2003): aguas libres de poca profundidad (2-5 m), permanentes o estacionales, aguas con vegetación acuática flotante (nenúfares, Nymphaea e Nuphar; Potamogeton; Ranunculus), grandes masas de macrófitas acuáticas emergentes (Carex; Cyperus; juncos, Juncus; carrizos, Phragmites; castañuelas, Scirpus; Sparganium; espadañas, Typha), vegas inundables con vegetación de herbáceas o matorral ralo y pastoreadas fuera del período de crecidas, ripisilvas (alisos, Alnus; abedules, Betula; fresnos, Fraxinus; chopos, Populus; sauces, Salix; olmos, Ulmus, orillas limosas y bancos de arena.

Según González y Villarino (2001, 2003), Antela estaba rodeada por un paisaje agrario constituido por un mosaico de tierras cultivadas y pastizales con setos arbolados (arces, Acer; alisos, Alnus; abedules, Betula; castaños, Castanea; avelanos, Corylus; sanguiños, Frangula; fresnos, Fraxinus; acebos, Ilex; chopos, Populus; robles, Quercus; sauces, Salix; olmos, Ulmus) y arboledas dispersas (robledales, castañares).